Desde que ví esta fotografía,jamás he olvidado la expresión tan desgarradora de esta madre,que implora sin palabras noticias sobre su hijo,en contraposición con el rostro feliz del liberado. Nadie presta atención a esta mujer que sostiene la foto de otro joven soldado. En el reportaje hay escenas de esperanza,de júbilo,de encuentros,de ansiados besos y abrazos,pero también de angustia,decepciones,tensión,dolor,y paciencia ya resquebrajada. En definitiva,un cúmulo de sensaciones que no dejan indiferente y te empujan a sentirte parte de la cara más amarga de la guerra
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